El gobierno nacional usará la tribuna de la Asamblea de las Naciones Unidas para denunciar y reclamar ante Irán mayor colaboración para con el sistema judicial argentino y reforzar el estado de derecho, en nombre del esclarecimiento del atentado a la AMIA.
Después de trece años en los que el mismo Estado se esforzó por liquidar cualquier posibilidad de “verdad y justicia” junto a sus socios internacionales en la ONU y locales (DAIA/AMIA) y se declaró responsable del encubrimiento del criminal atentado; mientras el Poder Judicial reconoció su participación en el armado de la impunidad vigente, apelar a la solidaridad internacional para con el corrupto sistema judicial argentino, el fiscal Nisman, el juez Canicoba Corral y su “estado de derecho” no hace más que desmentir la supuesta “voluntad” oficial de esclarecer la verdad y condenar a los culpables.
Cuando el gobierno se niega a abrir los archivos secretos y ponerlos en manos de una Comisión Investigadora Independiente para juzgar las responsabilidades criminales del propio Estado y la complicidad de sus socios internacionales, y ni siquiera persigue las responsabilidades de sus funcionarios en el encubrimiento, el Presidente Kirchner pretende usar sus 15 minutos de fama no para promover la investigación del ataque a la AMIA sino, en su nombre, usar el reclamo de esclarecimiento al servicio de la agresión política y militar de los Estados Unidos y del Estado de Israel en la guerra de Medio Oriente y contra Irán.
En las últimas horas, el Estado argentino hizo maniobras para reducir la gravedad e irresponsabilidad de su política exterior, buscando presentar el esclarecimiento del crimen de nuestros familiares y amigos como un mero problema judicial, ahora de envergadura internacional.
Para ello cuenta no sólo con el apoyo de EE.UU. e Israel, sino también con el puente de plata de la negociación que el propio Estado de Irán le ofrece.
En su planteo de una política exterior “multilateral” para que “la justicia pueda funcionar” entre todos los países, el Presidente Kirchner revela los esfuerzos realizados por todas las partes para acercar un acuerdo al “estilo Lockerbie” que en el pasado las grandes potencias impusieron a Libia a fuerza de aislamiento y bombardeos. Al igual que entonces, ahora pretenden que Irán entregue a un país “neutral” a algún iraní extraditable para imputarle la responsabilidad.
Esta es la exigencia que, desde hace años, vienen realizando la dirección de DAIA y AMIA, posibilidad que ya había fracasado bajo la gestión del ex canciller Bielsa ante la denuncia de APEMIA de que se trataba de una maniobra del Estado argentino y de sus socios para exculparse a sí mismo y alejar aún más cualquier posibilidad de esclarecimiento y de juicio y castigo para todos los culpables.
Repudiamos esta política y las maniobras del gobierno de Kirchner reclamadas por las embajadas de Israel y los Estados Unidos, así como el acompañamiento que la dirección de DAIA/AMIA y el grupo Familiares de Víctimas le prodigan a quienes se han reconocido, por decreto, ser encubridores agravados del atentado a la AMIA.
Después de trece años en los que el mismo Estado se esforzó por liquidar cualquier posibilidad de “verdad y justicia” junto a sus socios internacionales en la ONU y locales (DAIA/AMIA) y se declaró responsable del encubrimiento del criminal atentado; mientras el Poder Judicial reconoció su participación en el armado de la impunidad vigente, apelar a la solidaridad internacional para con el corrupto sistema judicial argentino, el fiscal Nisman, el juez Canicoba Corral y su “estado de derecho” no hace más que desmentir la supuesta “voluntad” oficial de esclarecer la verdad y condenar a los culpables.
Cuando el gobierno se niega a abrir los archivos secretos y ponerlos en manos de una Comisión Investigadora Independiente para juzgar las responsabilidades criminales del propio Estado y la complicidad de sus socios internacionales, y ni siquiera persigue las responsabilidades de sus funcionarios en el encubrimiento, el Presidente Kirchner pretende usar sus 15 minutos de fama no para promover la investigación del ataque a la AMIA sino, en su nombre, usar el reclamo de esclarecimiento al servicio de la agresión política y militar de los Estados Unidos y del Estado de Israel en la guerra de Medio Oriente y contra Irán.
En las últimas horas, el Estado argentino hizo maniobras para reducir la gravedad e irresponsabilidad de su política exterior, buscando presentar el esclarecimiento del crimen de nuestros familiares y amigos como un mero problema judicial, ahora de envergadura internacional.
Para ello cuenta no sólo con el apoyo de EE.UU. e Israel, sino también con el puente de plata de la negociación que el propio Estado de Irán le ofrece.
En su planteo de una política exterior “multilateral” para que “la justicia pueda funcionar” entre todos los países, el Presidente Kirchner revela los esfuerzos realizados por todas las partes para acercar un acuerdo al “estilo Lockerbie” que en el pasado las grandes potencias impusieron a Libia a fuerza de aislamiento y bombardeos. Al igual que entonces, ahora pretenden que Irán entregue a un país “neutral” a algún iraní extraditable para imputarle la responsabilidad.
Esta es la exigencia que, desde hace años, vienen realizando la dirección de DAIA y AMIA, posibilidad que ya había fracasado bajo la gestión del ex canciller Bielsa ante la denuncia de APEMIA de que se trataba de una maniobra del Estado argentino y de sus socios para exculparse a sí mismo y alejar aún más cualquier posibilidad de esclarecimiento y de juicio y castigo para todos los culpables.
Repudiamos esta política y las maniobras del gobierno de Kirchner reclamadas por las embajadas de Israel y los Estados Unidos, así como el acompañamiento que la dirección de DAIA/AMIA y el grupo Familiares de Víctimas le prodigan a quienes se han reconocido, por decreto, ser encubridores agravados del atentado a la AMIA.