DISCURSO DE CRISTINA KIRCHNER ANTE LA ONU Y EL ATENTADO A LA AMIA

Buenos Aires, 29/09/2012
La Presidenta de la Nación usó la tribuna de la Asamblea de las Naciones Unidas para anunciar un giro en las relaciones internacionales que sorprendió a todo el país, usando nuevamente el “tema AMIA” como excusa para justificarlo.
Bastaron pocas palabras del presidente de Irán en una conferencia de prensa posterior, para echar luz sobre años de negociaciones secretas, y explicar el cambio de rumbo de la política argentina que la presidenta Kirchner anunció en su discurso, sin haber dado mayores datos.
Cuando Ahmadinejad abrió la boca y anunció la formación de una comisión que estudiaría  “cuál es la razón detrás de esta acusación” argentina y “que se llegará a la verdad” (La Nación 27/09/12), dejó en evidencia no sólo la existencia de una diplomacia paralela y secreta que hacía innecesaria una reunión de los Cancilleres, sino que -además- diluía la importancia de cualquier consulta al Parlamento nacional o, como supuestamente pretende la Sra. Kirchner, cualquier opinión de los familiares de las víctimas. Estaba todo arreglado.
Sus dichos pusieron de relieve que el gobierno argentino ya había abandonado la acusación sobre la responsabilidad criminal de Irán en el atentado a la AMIA.
Por qué tamaño cambio? Por qué en secreto?
La nueva política oficial no es producto de un súbito cambio de humor de la Presidenta. Su existencia habla por sí sola del fracaso de la política anterior que viene a reemplazar, y que nada logró después de años de ultimatums y amenazas, y de poner la causa AMIA al servicio de los intereses de Estados Unidos, Europa e Israel en su lucha contra el “eje del Mal”.
A su turno, el presidente de Irán consideró oportuno remover todas las acusaciones (“Se ha presentado una acusación y queremos que esto se resuelva" le dijo a la CNN) buscando así superar el esfuerzo de las grandes potencias por aislar a su país, que hasta ahora contaba con la colaboración de Argentina.
Paradójicamente, es Irán quien participa de las negociaciones que podrían facilitar una salida política al fracaso del Estado argentino, que inútilmente y sin mostrar alguna prueba lo viene acusando en los últimos años por la responsabilidad criminal en la comisión del atentado.
Los intereses de Irán vienen al rescate de la política exterior argentina.
En este escenario de intereses cruzados, con la tibia oposición de los Estados Unidos e Israel, y bajo la mirada atenta del Congreso Judío Mundial que se considera testigo de las negociaciones (sic) y las apoya, es que el Estado nacional pareciera tomar distancia de ellos buscando su reubicación en el contexto internacional.
Para lanzarse a esta nueva aventura política, donde el gobierno parece alejarse de las exigencias de alineamiento de las grandes potencias y el FMI, por un lado, mientras sigue imputando “terrorismo internacional” a Irán, por el otro, el atentado a la AMIA sigue siendo “la mejor excusa. Se trata de una manipulación infantil.
La Presidenta que dijo en su discurso que “se va a conocer la verdad sobre este hecho tan terrible”, se niega a admitir que ya conocemos la verdad… Néstor Kirchner reconoció por Decreto (812/05) que el Estado argentino era -al menos- el “encubridor agravado” de este crimen.
Después de nueve años de gobiernos K, se mantiene el encubrimiento y la impunidad. Un nuevo relato no nos hará conocer una “nueva” realidad.
En aspectos esenciales, esta nueva política es tan inviable como la anterior. Porque aún con el acuerdo de Irán, la posibilidad de interrogar o juzgar a un sospechoso en un tercer país supone una condición previa: modificar la Constitución Nacional, derogar en los hechos las garantías constitucionales y el papel de los jueces fuera de su jurisdicción natural, convirtiendo este “acuerdo” en la política del primer Estado en el mundo que renunciaría formal y pacíficamente a su propia legalidad, para someterse a otra inexistente.
Alguien apostaría un centavo a esta posibilidad?
Mientras el fiscal Nisman queda pintado, guarda en secreto hasta las pruebas de su acusación.
En tanto, el conjunto de la oposición parlamentaria sigue aferrada a la ya fracasada política anterior de una acusación contra Irán. No denuncian ni las nuevas maniobras del oficialismo, ni las políticas secretas del Estado, ni el papel de DAIA/AMIA como lobistas al servicio de Israel y los Estados Unidos. Son parte del encubrimiento estatal de estos 18 años de impunidad. Por eso tanto secreto y maniobras.
El Poder Ejecutivo eligió apelar a ellos una vez más, para compartir las responsabilidades de todas estas maniobras destinadas a poner un punto final a cualquier exigencia de juicio y castigo a los culpables de la masacre impune de la AMIA.
En todos estos motivos se basa el descreimiento generalizado del conjunto de los familiares de las víctimas y del pueblo argentino, que saben que nada se puede esperar de los mismos que siguen evadiendo toda responsabilidad en el encubrimiento del atentado.
Los familiares de las víctimas y la sociedad argentina toda no pueden ser los convidados de piedra frente a tan grave, delicada e inédita situación. No podemos dejar en manos del gobierno nacional o de la dirección judía de AMIA/DAIA tanto esfuerzo manipulador que –más allá de las palabras - terminará sin culpables ni presos, nacionales o extranjeros después de 18 años de lucha ininterrumpida por el esclarecimiento, el juicio y castigo a los asesinos y encubridores de la AMIA.

  • Señora Presidenta Cristina F. de Kirchner: Desde hace años su gobierno sigue manteniendo el secreto sobre los archivos de la causa AMIA. Le exigimos respetuosamente: Abra los archivos secretos.
  • Señor Presidente M. Ahmadinejad: Tomamos su declarada voluntad de colaborar al esclarecimiento del atentado, y recordando que su encargado de negocios en Argentina, Sr. Moshen Baharvand, expresara que “queremos exhibir nuestras evidencias” (Página/12 19/11/06), le solicitamos la apertura inmediata de sus archivos secretos referidos a la relación con Argentina y este atentado.
  • Señores Diputados y Senadores: No pueden ocultar los hechos. En la causa AMIA, los pocos sospechados son o fueron parte de los tres poderes del Estado, de sus servicios de Inteligencia y fuerzas militares y de seguridad. Ni la presidenta Kirchner ni el juez Lijo ordenan que se abran y entreguen los archivos que el Estado mantiene cerrados incluso ante las partes. Hacerlo permitiría poner al descubierto no sólo el papel que jugó el Estado argentino en el encubrimiento que reconoció, sino también en la comisión del atentado mismo. Exigimos se discuta y esclarezca el crimen terrorista en AMIA y la necesaria participación del Estado nacional.
Desde APEMIA hacemos un llamado a los familiares y amigos de las víctimas, a las organizaciones sociales, de derechos humanos, estudiantiles, a los partidos y a los representantes parlamentarios, para debatir estas ideas y superar esta aventura del gobierno nacional.
  • QUE SE ABRAN LOS ARCHIVOS SECRETOS
  • QUE SE MUESTREN LAS PRUEBAS DE LA ACUSACIÓN CONTRA IRAN
  • POR UNA COMISIÓN INVESTIGADORA INDEPENDIENTE
  • JUICIO Y CASTIGO A TODOS LOS CULPABLES DEL CRIMEN Y SU ENCUBRIMIENTO
APEMIA
apemia2002@yahoo.com.ar

A 18 AÑOS - 18 de Julio de 2012

A 18 AÑOS DE LA MASACRE DE LA AMIA 


A 18 años de la masacre de la AMIA, la impunidad para sus autores y encubridores resulta incuestionable.
Buena parte de este tiempo (9 años!) se lo llevó el gobierno de los Kirchner, que debutó con promesas de superar la impunidad heredada del menemismo y terminó por amplificarla.
Hace ya siete años que el gobierno Kirchner reconoció oficialmente (Decreto 812/2005) que el Estado fue el encubridor agravado de este atentado terrorista.
Pero desde entonces nada se hizo, absolutamente nada, para perseguir y juzgar a los responsables materiales, a sus cómplices y encubridores locales.
No hay ni un solo detenido, ni un solo investigado por la responsabilidad criminal o por su encubrimiento.
Y lo que se anunció como un cambio de rumbo en la política oficial para diferenciarse del menemismo, un cambio para terminar con la impunidad y “la vergüenza nacional” de un Poder Judicial y una investigación incapaz de superarla, se convirtió en una nueva frustración, en un reforzamiento de la impunidad vigente, y en una nueva manipulación de alcance internacional. Si para muestra basta un botón, al juez Galeano lo reemplazó Araoz de Lamadrid. Presentado como un juez “probo”, terminó acusado de intento de coima de la Cámara de Casación a favor de Pedraza, el responsable por el asesinato de Mariano Ferreyra.
Su caso no es aislado. El gobierno pretendió usar la causa AMIA con la intención de superar la imagen corrupta del Poder Judicial y la venalidad de los jueces federales, por la vía de una depuración que le permitiera poner a sus propios jueces “independientes”.
Después de siete años de un concurso largo y escandaloso, el gobierno nacional, con el apoyo de Macri y la complicidad de la UCR pretende nombrar nuevos jueces, alguno de ellos sin mejor antecedente que el de ser miembro del Servicio de Inteligencia, organismo responsable en, al menos, el encubrimiento de la masacre de AMIA.
Después de tanto esfuerzo “institucionalizador”, han agotado hasta las ilusiones de superar la impunidad reinante por la vía de la reforma judicial a través de un recambio por jueces probos. 

Las muy gastadas promesas oficiales de futuros juicios aún sin fecha o supuestas nuevas investigaciones, no pueden ocultar los hechos.  En la causa AMIA, los pocos sospechados son o fueron parte de los tres poderes del Estado, de sus servicios de Inteligencia y fuerzas militares y de seguridad.
En estas condiciones, y después de 13 años de sustanciar burocráticamente una causa por “mal desempeño” o “encubrimiento” de los funcionarios, ni la presidenta Kirchner ni el juez Lijo ordenan que se abran y entreguen los archivos secretos que el Estado mantiene cerrados incluso ante las partes. Hacerlo permitiría poner al descubierto no sólo el papel que jugó el Estado argentino en el encubrimiento que reconoció, sino también en la comisión del atentado mismo.
Así las cosas, los prometidos futuros juicios serán un nuevo instrumento de manipulación política por parte del gobierno, y no aportarán nada al castigo de los responsables del atentado a la AMIA y de su encubrimiento.
Por este camino, el gobierno nos conduce a nuevos fracasos: ni se esclarece el atentado ni se superará la impunidad.

Una de las cartas más audaces que se jugó el gobierno también llega a su fin. Es que aún antes de firmar su reconocido papel de encubridor del atentado, el Estado puso la investigación del ataque como eje de la política exterior del país al servicio de los intereses de Estados Unidos, Europa e Israel, sumando una excusa a la lucha contra el llamado terrorismo internacional y un instrumento de provocación bélica contra Irán.
Pero al día de hoy, cuando las grandes potencias buscan llegar a un acuerdo con Irán para superar las crisis políticas, financieras y sus aventuras militares en Medio Oriente, la acusación política del Estado argentino contra Irán termina en un nuevo fracaso.
Ya no sirve ni para impulsar un ataque contra Irán, ni para esclarecer el crimen de la AMIA, ni para proteger al Estado argentino de toda la evidencia que lo incrimina como verdadera ‘conexión local’ del atentado.
El gobierno nacional cedió ante la presión internacional y, con la excusa de prevenir futuros atentados como el de AMIA, sancionó las llamadas leyes anti-terroristas con el único propósito de perseguir y reprimir a las organizaciones y luchas populares, como ya se reveló durante las masivas manifestaciones y puebladas contra la megaminería.

Para sostener estos resultados, el Estado argentino cuenta con la colaboración militante de la dirección judía local, empeñada en vaciar de todo contenido político y hasta judicial este nuevo aniversario. Este es el resultado de años de privilegiar las relaciones carnales con el gobierno nacional y con el de Macri por sobre cualquier exigencia de juicio y castigo a los culpables. Las direcciones de AMIA/DAIA no confrontan con ninguno de los dos, y actúan como un sostén indispensable para proteger al Estado de sus reconocidas responsabilidades criminales.
En esta oportunidad convocan a un acto con reminiscencias místicas, y expresamente opuesto a cualquier reclamo o denuncia política o jurídica, contra la impunidad y el encubrimiento del Estado Nacional y sus socios internacionales. Parecen empeñados en confundir y desmoralizar.

Al cumplirse el 18º aniversario del atentado, denunciamos al gobierno nacional, al gobierno de Macri y a las direcciones de AMIA y DAIA por los 18 años de impunidad y encubrimiento en la masacre impune de la AMIA.
Repudiamos los intentos del gobierno nacional por archivar y dejar en el limbo este crimen del terrorismo de Estado en la AMIA y nos pronunciamos por la apertura inmediata de los archivos secretos y su entrega a una Comisión Investigadora Independiente del Estado, para impulsar el esclarecimiento de este ataque impune y el juicio y castigo a todos los culpables.

EL ESTADO ARGENTINO ES EL RESPONSABLE DE LA MASACRE DE LA AMIA!

QUE ABRAN LOS ARCHIVOS SECRETOS Y LOS ENTREGUEN A UNA COMISIÓN INVESTIGADORA INDEPENDIENTE! 

JUICIO Y CASTIGO PARA TODOS LOS CULPABLES!

DEROGACION DE LAS LEYES ANTI TERRORISTAS!

Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (APEMIA)
Asociación de Ex –Detenidos Desaparecidos (AEDD)
Asociación de Profesionales en Lucha (APEL)
Centro de Abogados por los Derechos Humanos La Plata Integrantes de Justicia Ya! (CADHU)
Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CEPRODH)
Coordinadora Antirrepresiva por los Derechos del Pueblo (CADEP)
Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI)
Liberpueblo, Asociación por la Defensa de la Libertad y los Derechos del Pueblo
Colectivo Popular por los Derechos Humanos (COPODH)
Vecinos de San Cristóbal contra la Impunidad
Diputada Nacional Liliana Beatriz Parada,
Periodista Herman Schiller
Partido Obrero (PO),
Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS)

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